Burla, desprecio e ira.
*sigh* Frank... creo que necesito dormir...
Me burlo de la hipocresía. Hay de máscaras a máscaras, y hay máscaras tan falsas, tan absurdas, y tan estúpidas que dan ganas de reír con una suerte de mezcla de desprecio, pena e ira. Verlas justificarse, fingirse llenas de seguridad sabiéndose ellas mismas las más endebles, es un espectáculo patético...
Pero es por ello que no queda nada mejor que la burla, que algo bueno salga de tal aberración, por lo menos, que aparezca una sonrisa... por más agria que sea.
~o~
Yo desprecio, tú desprecias, él desprecia, ¿despreciamos o nos desprecian? ¡Despreciad! Se desprecia pero aquello despreciado porta gran importancia, la importancia suficiente para ser despreciado. La vieja fórmula, si en verdad quieres despreciar, ignora. No le des importancia a lo que no lo tiene.
Hay que aprender esto bien, recitarlo y memorizarlo, ponerlo en práctica para así no decir despreciable, simplemente no decir... ni siqueira mirar.
~o~
Esto y aquello. Un mucho de esto poco, un mucho más de esto otro poco, una y otra vez, ¡un grito que me destaza los oídos! Es suficiente, quiero matarlos, callarlos como sea. Cállense ustedes, ya sean voces pequeñas repetidas mil veces que ya parecen murmuraciones, cállate tú que gritas con desenfreno, que mis oídos y mente a una no te soporta. ¡Y lo peor! ¡Murmuraciones gritadas! Ay de mí... ¡Ay de mí!
El instinto asesino se tiene... y está encadenado. Mejor volverse sordo, mejor hacerse de viento para que las palabras sólo pasen y se deshagan. Crear ira es malo, guardarla es mucho peor. ¡Otra cosa para aprender! ¡Qué rabia!
~o~
Pequeños pensamientos para el superhombre de hoy, no deje de visitarnos.
Nos vemos.
Me burlo de la hipocresía. Hay de máscaras a máscaras, y hay máscaras tan falsas, tan absurdas, y tan estúpidas que dan ganas de reír con una suerte de mezcla de desprecio, pena e ira. Verlas justificarse, fingirse llenas de seguridad sabiéndose ellas mismas las más endebles, es un espectáculo patético...
Pero es por ello que no queda nada mejor que la burla, que algo bueno salga de tal aberración, por lo menos, que aparezca una sonrisa... por más agria que sea.
~o~
Yo desprecio, tú desprecias, él desprecia, ¿despreciamos o nos desprecian? ¡Despreciad! Se desprecia pero aquello despreciado porta gran importancia, la importancia suficiente para ser despreciado. La vieja fórmula, si en verdad quieres despreciar, ignora. No le des importancia a lo que no lo tiene.
Hay que aprender esto bien, recitarlo y memorizarlo, ponerlo en práctica para así no decir despreciable, simplemente no decir... ni siqueira mirar.
~o~
Esto y aquello. Un mucho de esto poco, un mucho más de esto otro poco, una y otra vez, ¡un grito que me destaza los oídos! Es suficiente, quiero matarlos, callarlos como sea. Cállense ustedes, ya sean voces pequeñas repetidas mil veces que ya parecen murmuraciones, cállate tú que gritas con desenfreno, que mis oídos y mente a una no te soporta. ¡Y lo peor! ¡Murmuraciones gritadas! Ay de mí... ¡Ay de mí!
El instinto asesino se tiene... y está encadenado. Mejor volverse sordo, mejor hacerse de viento para que las palabras sólo pasen y se deshagan. Crear ira es malo, guardarla es mucho peor. ¡Otra cosa para aprender! ¡Qué rabia!
~o~
Pequeños pensamientos para el superhombre de hoy, no deje de visitarnos.
Nos vemos.