Desde el Estigia y a través del Leteo.

Soy Pepe y estoy aquí, ¿puedes verme? Sólo quiero mirar y hablar un poco, mirando a través del río terrible que es el Estigia, y pasando con cuidado por el Leteo, que en cualquier momento y descuido se comerá todos los recuerdos.

Mi foto
Nombre: Pepe
Ubicación: Ninguna, Región este.

Érase yo, y me perdí, desde entonces vago. Me gusta platicar, me gusta admirar, me gusta contar, y si no hay nada más, vamos a gritar. Si la tranquilidad es adecuada, dormiré, mayor delicia no hay.

sábado

Un instante...

Salí por la puerta (como es mi costumbre).

Y un aroma diáfano, ligero, un poquito dulce me llenó.

Estoy seguro que cuando la sensación de aquél aroma llegó a los extremos de mi cuerpo, mi nariz ya había dejado de percibirlo.

Pero eso no cambió mi reacción.

Me sentí feliz y ligero como aquel aroma que tenía un suave matiz conocido (¿en otra vida? ¿en esta vida, pero mucho antes?).

Y me agradecí dichoso.

Un instante cuya nitidez ya se había borrado de mi memoria momentos después, pero que lo valió todo.

No lo recordaba bien, pero sabía que ese momento había valido toda mi existencia. Y recordé muchos otros momentos así. Fugaces e indescrifrables, epro que inequívocamente, lo valen todo.

Tal vez no lo recuede la próxima vez que me inundé en pesar.... pero lo valió. Valió ese momento por él mismo y por todos los demás en los que incluso tal vez no lo recuerde.

Fue hermoso.

martes

Tener variedad

Tengo sueño, tengo hambre.

Me duele la espalda y me arden un poco los ojos.

Trato de variar mi existir, el estilo cuando menos.

Cuidar el sueño, cuidar lo que como.

Practico nuevas posiciones para aliviar espalda y hombros...

...pero no tengo ni idea de qué esté funcionando o no.

Es ahí cuando uno se da cuenta que este mundo da tantas posibilidades y muchas de ellas no tienen utilidad para aquello que buscamos.

Cuando menos, me da un poco de variedad en esta vida mía.

Mañana tendré un cuentito por aquí.

Saludos ^_^

lunes

Rima que no rima.


Estos eran nueve gajos,
en la misma mandarina,
si me como ocho gajos,
¿cómo sabrá el último?

Si se nota, este pequeño poema, rima, adivinanza, lo que sea tiene un fuerte trasfondo matemático y otro, mucho más grande, existencial.

Es decir, ¿si me como todos los gajos de la mandarina, menos uno, puedo saber si el último sabrá dulce?

Es un gran misterio...

Como en los cacahuates o huamúchiles, uno siempre sigue comiendo por ver cómo saldrá el que sigue.

Grandes incógnitas d ela existencia que, según algunos, le da sabor. 

¡Variedad de sabor!