Desde el Estigia y a través del Leteo.

Soy Pepe y estoy aquí, ¿puedes verme? Sólo quiero mirar y hablar un poco, mirando a través del río terrible que es el Estigia, y pasando con cuidado por el Leteo, que en cualquier momento y descuido se comerá todos los recuerdos.

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Nombre: Pepe
Ubicación: Ninguna, Región este.

Érase yo, y me perdí, desde entonces vago. Me gusta platicar, me gusta admirar, me gusta contar, y si no hay nada más, vamos a gritar. Si la tranquilidad es adecuada, dormiré, mayor delicia no hay.

martes

No es mala película.


Holes
Andrew Davis
EUA
2003



Aló Frank, ¿cómo va la vida?

Creo que Hollywood tiene problemas con los tráilers... a veces hace ver fabulosas pésimas películas, otras cuenta toda la película (¿y entonces ya para qué voy a verla?), y en otras ocasiones quita cualquier deseo de ver una película que es en realidad bastante buena, o, como en el caso de Holes (el misterio de los excavadores), un tanto buena pero no mala.

Al ver los avances sólo pensé que era una vil película estadounidense para niños con una trama típica y un desenlace predecible. Por suerte, sólo los últimos minutos de la película lo son. Pues a mi parecer, el final desmerece bastante el buen trabajo que se había hecho con una trama interesante y no muy usual enriquecida por dos historias que se cuentan a manera de fashback. Los efectos de computadora son malos pero se perdonan por ser mínimos. Recomiéndola mucho, creo pasarán un rato agradable.

El destino forma parte esencial de la película, ¿qué tanto están nuestras vidas decididas por fuerzas que escapan a nuestro manejo? A momentos parece que todo en la vida está ya decidido, mientras en otras ocasiones uno puede tomar el rumbo que desee. Incluso hay veces que el mundo parece estar inconforme con una decisión que tomamos y nos quiere convencer de que cambiemos de parecer, pero al final nosotros tomamos la decisión.

Si me permiten decir, creo que el destino como fuerza que define la vida existe, pero no todo el tiempo y tampoco de manera absoluta. Digo, el destino puede que no tenga mucho poder en lo que voy a desayunar en la mañana (a la mejor ni desayuno), pero es inevitable que en algún momento el sol se va a acabar y en eso no tenemos ingerencia alguna. Un ejemplo menos extremo pero más dramático, la guerra contra Irak tuvo manifestaciones masivas de protesta, y al final fueron unos cuantos (si hablamos de manera relativa tomando como perspectiva el total de la población mundial) los que decidieron. No quiero decir que haya sido inevitable por voluntad divina lo de Irak (por más que Bush así lo ponga), sino que hay cosas que escapan a nuestras manos y otras que no. Y esto va para todas las personas sin excepción.

El destino es acaso azaroso muchas veces, pero no debe ser tomado como enemigo, más bien decidir en los momentos en que nos deja escoger, y dejarnos llevar por la corriente cuando nada más se puede hacer.

El destino se construye... algunas partes ya han sido hechas, otras están por hacerse, y cada persona tiene una parte pequeña o grande de la cual hacerse caso. Se puede cambiar el cauce a veces y otras es imposible, es algo cono lo que hay que aprender a vivir, como con el viento, las lluvias, y el sol que te derrite mientras haces una fila interminable que nunca avanza...

Así es esto, es el destino.

Nos vemos.