Desde el Estigia y a través del Leteo.

Soy Pepe y estoy aquí, ¿puedes verme? Sólo quiero mirar y hablar un poco, mirando a través del río terrible que es el Estigia, y pasando con cuidado por el Leteo, que en cualquier momento y descuido se comerá todos los recuerdos.

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Nombre: Pepe
Ubicación: Ninguna, Región este.

Érase yo, y me perdí, desde entonces vago. Me gusta platicar, me gusta admirar, me gusta contar, y si no hay nada más, vamos a gritar. Si la tranquilidad es adecuada, dormiré, mayor delicia no hay.

lunes

Máscaras.

Karl: ¿Quién eres en realidad?

Es la pregunta normal al descubrir lo que en realidad es otra persona. Pues la hipocresía abunda, el aparentar lo que no se es y actuar de tal o cual manera para conseguir algún beneficio. Y en un mundo donde se teme que cualquier persona pueda dañarnos si conoce de nuestro ser interno, a nadie extraña el uso habitual de las máscaras... Pero, ¿en realidad hay algo detrás de la máscara?

Hablo de máscaras refiriéndome a las personalidades que adoptamos ante las demás personas y que no son nuestro verdadero ser, ¿has notado que actúas diferente con tu madre que con un vecino desconocido que con un amigo íntimo? Con cada persona usas una máscara distinta, indicando que hay personas con un repertorio mínimo mientras otras son amos del disfraz.

La mayoría asumimos que no podemos revelar nuestro verdadero ser, que sería peligroso y nos dejaría vulnerables, las máscaras se revelan necesarias y nos encerramos en la creencia de que no debemos mostrarnos. Nunca se nos ocurre pensar que tal vez debajo de la máscara, haya otra máscara (una frase de Nietzsche va así).

Si algún día te decidieras a quitarte toda máscara, te encontrarías con la sorpresa... no hay nada debajo, sólo más máscaras.

Entonces...

¿Quién eres en realidad? Si al quitártela sólo encuentras otra y otra, ¿cómo se es? ¿Cuál es el verdadero yo? ¿Y cómo se muestra?

No nos pasa por la mente que la máscara es sólo la forma en que dejamos ver lo que hay dentro de nosotros, y que es necesaria. Algo así como un filtro sin el cual no podríamos mostrarnos. Pues uno es el mundo interno de las ideas y sentimientos, y otro el físico del cuerpo y las estrellas. Y para que estos dos se puedan comunicar entre sí, es necesaria una interfase, un puente, una máscara.

Y recuerda, que la máscara también afecta lo que hay dentro de ti y porque es una parte de ti.

Nos vemos.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La máscara detras de la más cara, totalmente Palacio.



Eso dice Nietzsche, detras de la máscara hay otra, pero cada máscara al igual que tu dices, es parte de nuestro pellejo,a lo mejor la verdad que nadie aguanta es el desenmascarado de plata, o enseñar el cobre, como sea, da igual.

22:37  
Blogger Nachitaxxx said...

mmm... debo decir que tuve que pensar bastante para poder escribir algo coherente, y la verdad considero que tienes razón, las mascaras son inherentes, debajo de todas solo hay el aire del que estuvo creandolas para mostrarte asi al mundo

15:18  

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