Desde el Estigia y a través del Leteo.

Soy Pepe y estoy aquí, ¿puedes verme? Sólo quiero mirar y hablar un poco, mirando a través del río terrible que es el Estigia, y pasando con cuidado por el Leteo, que en cualquier momento y descuido se comerá todos los recuerdos.

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Nombre: Pepe
Ubicación: Ninguna, Región este.

Érase yo, y me perdí, desde entonces vago. Me gusta platicar, me gusta admirar, me gusta contar, y si no hay nada más, vamos a gritar. Si la tranquilidad es adecuada, dormiré, mayor delicia no hay.

jueves

La jaula de los ruiseñores.


Les Choristes
Christophe Barratier
Francia / Suiza / Alemania
2004



Otra película Frank, otra película.

Vi Los coristas mucho antes de la saga de la PC quemada (traída hasta ustedes por cortesía de Desgracias Inc.) y esta entrada ha estado esperando ser escrita por mucho mucho tiempo. Así que ya es hora, veamos un poco...

La primera idea que se me vino a la mente cuando escuché "Los Coristas", era más como una imagen, una de esas ideas que le dan a uno escalofríos y le traen imágenes mentales que uno desearía jamás haber experimentado.

La realidad es muy distinta.

Cuando hablan de Coristas, hablan de niños del coro, niños que cantan en un coro, y con eso claro, uno puede relajarse y ver una sencilla y muy bella película.

Lo primero y esencial sería la música, nada de qué preocuparse, es hermosa. Yo había tenido ocasión de emocionarme con cantos gregorianos o aquellos bellos coros femeninos que simulan ángeles en ascensión, un coro de niños era algo que no había tenido ocasión de oír, o, no había tenido ocasión de escucharlo con atención.

Las actuaciones son también buenas y los personajes son simpáticos e identificables. Es curioso como con pocos pincelazos se logra plasmar la personalidad de varios de ellos en poco tiempo, cosa que en otras películas no se logra ni en el final.

La historia no es nada fuera de lo común pero tampoco cae en ñoñerías vacías y ridículas, además de tener una moraleja que acaso intuimos cierta: la importancia de la educación y del prejuicio.

Si el mundo tuviera maestros como el que acá nos retratan, es posible fuera un mejor lugar, yo creo haber conocido varios maestros muy buenos, pero acepto que son pocos y muy raros, por lo que la utopía no está tanto en la existencia o calidad del educador como de su cantidad numérica.

El prejuicio y encasillamiento es una lección a tomar, ¿en verdad le damos oportunidad a las demás personas de cambiar y redimirse? Pues a mí no me lo parece, solemos ser cerrados y resentidos, eso es, no sabemos perdonar y por eso no damos la oportunidad. Y es que dando la oportunidad no siempre se conseguirán resultados buenos, pero al tratar, se tira la moneda y por lo menos, por un instante, hay la posibilidad de cambio. Cosas que lo ponen a uno a pensar.

Por último y por cierre, sólo me queda... véanla, y si pueden, escuchen los créditos, no hay qué perder.

Nos vemos.