Desde el Estigia y a través del Leteo.

Soy Pepe y estoy aquí, ¿puedes verme? Sólo quiero mirar y hablar un poco, mirando a través del río terrible que es el Estigia, y pasando con cuidado por el Leteo, que en cualquier momento y descuido se comerá todos los recuerdos.

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Nombre: Pepe
Ubicación: Ninguna, Región este.

Érase yo, y me perdí, desde entonces vago. Me gusta platicar, me gusta admirar, me gusta contar, y si no hay nada más, vamos a gritar. Si la tranquilidad es adecuada, dormiré, mayor delicia no hay.

viernes

Culpas a distancia.

De todo somos culpables Frank, de todo.

La gripa es una enfermedad contagiosa de proporciones épicas de la cual fui víctima durante una semana casi, si esto no era suficiente castigo tal vez las secuelas completarían la cuota, pues sigo con tos. Pero hay una especie de bono extra, y es que quiéralo o no, soy (¿o era?) un foco de infección, y tengo amigos con los que me junto (aunque me cueste trabajo creerlo), y entonces...

Creo que contagié por lo menos a dos amigas (y eso que no soy persona de besos y abrazos), una de ellas con cierta gravedad en pleno auge de vida social. Lo más normal que ella haga es culparme, lo más normal que yo hago es aceptar la culpa. Debí quedarme encerrado esperando a sanar antes de exponer a mis pobres e inocentes allegados a tan nefasto destino. Pero no lo hice, soy culpable.

Y es curioso, esto ilustra a la perfección el sistema de las culpas, y es que yo por el sólo hecho de haber estado enfermo soy culpable de que otra persona ajena a mí haya tenido un día terrible y problemas en una cena y similar. Es una culpa a distancia. Lo cual no es concepto nuevo, judíos y cristianos (entre otras religiones, pero siendo las más representativas) son expertos del tema, pues desde poco después del principio de los tiempos ya tenemos el pecado original. No hicimos nada, los culpables llevan siglos muertos, pero nosotros tenemos la culpa. En mi caso de gripa, yo tuve parte activa, en este otro caso, ni siquiera había nacido, no tenía conciencia, no podía hacer nada (o dejar de hacer) e igual salí culpable.

Parece que el hombre tiene obsesión con la culpa.

¿En verdad es tan bueno este mundo como para sentirnos culpables por vivir en él?

¿Es que acaso es tan bello vivir que nos tenemos que sentir culpables? Lo malo es que a algunos ya nacimos con la estigma de que vivir es castigo y pues no pudimos ver que el mundo fuera tan bonito... pero eso sí, nos queda la culpa que parece es más fuerte que la herencia genética.

La culpa tiene relación directa con el deber, y el deber con las leyes y regulaciones. Si me lo preguntan, se trata de una idea con buena intención que se salió de control, aunada lo más probable con deseos de dominio de los míticos poderosos que siempre están detrás de todo.

Pero eso ya es más en campo social, en el campo personal las cosas siguen siendo complicadas, entro otras cosas por creernos responsables de todo lo que está a nuestro alrededor lo que incluye a otras personas que no se nos ocurre pensar sean autónomas.

Complicado, complicado, complicado... (digo eso mientras pienso para ganar un poco de tiempo, ¿será una especie de mantra?) Lo preocupante aquí es la obsesión con la culpa, ¿qué acaso no podemos vivir sin ella? Sí, somos responsables de nuestra vida, pero no de la vida de todos, y tampoco somos infalibles, no sólo eso, hay situaciones sin solución por ahí pululando. En resumen... antes de sentirte culpable, piénsalo bien, tal vez en realidad y al final de todo, nunca haya existido pecado original.

Nos vemos.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

mmmm... Muy buena reflexion jejeje es interesante ser el motivo de tu tema el dia de hoy, Bueno Gracias por todo y por cierto tienes razon en lo que dices una vez mas Gracias ahora si ya podre dormir de nuevo (espera!! llevas mas del mes sin dormir y no era por esto)
nos vemos

15:05  
Anonymous Anónimo said...

Si...me contagiaste grosero!

15:26  
Anonymous Anónimo said...

Para mí, lo del pecado original es una farsa, es ridículo, ¿qué culpa tiene un pobre recién nacido? Naa, que no me vengan con culpas ajenas. En este momento sólo se me ocurren dos tipos de culpa, la que te imponen cada vez que haces algo "malo" (ya Onii-chama, aquí tienes otro tema, ¿qué es lo malo?) y la autoimpuesta, o sea, el tirón de orejas que el superyo te hace cada vez que se da cuenta de que no hiciste lo correcto.
Las otras culpas no son culpas, sólo se disfrazan de ella para ponerles algún nombre, para tener de qué conversar por el rato, las culpas también hacen vida social, se exhiben, hablan de otras culpas y les gusta ponerte en apuros, de eso viven (y por eso son culpables).

((Después sigo, tengo que salir...))

15:42  
Anonymous Anónimo said...

Ya volví, pero se me olvidó lo que iba a decir. Y ya me comí el pan que fui a comprar...

:(

18:18  

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