Soy...

Frank, mi estimado:

Soy... curioso.

Desde pequeño, desde muy pequeño.

Tres palabras que me acompañan desde pequeño: desesperado, terco, y curioso.

Y de las tres cualidades, la que mejores resultados me trajo fue la curiosidad.

Siendo pequeño me interesaba casi todo, pero cosa rara, me interesaba casi todo lo que no le interesa a un niño. Como los libros y leer. No recuerdo haberme preguntado por la difrencia entre hombres y mujeres, eso más bien me lo eneseñaron sin que tuviera que preguntar, ya algo avanzada mi edad.

Me interesaban los cuentos, los animales, los mitos, los dinosaurios. Hojeando libros leía cualquier pie de imagen que se antojara interesante.

Y así conseguí una cultura que en su momento y edad, no eran nada extraordinario y para nada normal.

Mi curiosidad seguría toda la vida, difernetes enfoques, pero siempre el ansia de saber. "En eso me asemejaba a los antiguos filósofos, quererlo saber todo" decía con arrogancia, aún lo digo. Pues siempre he amdirado a esos señores que sabían de todo todo. De ahí el origen de mi deseo de ser sabio me imagino.

Es un impulso que me viene desde muy dentro y me controla. Saberlo todo, comprenderlo todo, la felicidad de contemplar la verdad...

¿La curiosidad mató al gato? No, sólo le mostró más de lo que debía saber. Ahora yace mirando nubes, con las preguntas que encontró, las preguntas que no se pueden repsonder... los infomres sobre su muerte fueron exagerados.

Nos vemos...