Deseos.

Querido Frank:

Suele ocurrirme algunos días, como una ligera depresión, cual si tuviera que cumplirla con puntualidad para finalizar la cédula mensual. Se me baja la presión y me siento desganado... hoy fue uno de esos días en que debo cumplir con el tributo.

Sería desconsiderado de mi parte no mencionar que por la mañana asistí a un singular y muy alegre desayuno, y alegre aún cuando el motivo era triste. Me pregunto si habré sido el único que no sintió tristeza... De la carrera que estudio, tres buenos compañeros se retiran y en su honor desayunamos hoy. Me divertí y comí demasiado. Hubo guerra con bolitas de masa, me pusieron sal en la cabeza y yo corespondí con azúcar. Ya finalizado y hecho recuerdo, os deseo lo mejor Toño, Héctor y archi-némesis Chucho.

Mi deseo desde pequeño es ser sabio. No equivocarme, hacer las cosas bien. Ahora sé que un sabio acepta los errores y no ve en ellos tragedias, entre otras cosas. Es más complicado de lo que me imaginaba, pero no más difícil. Aún así lo sigo deseando.

Nunca he tenido novia, ¿por qué? Nunca he encontrado a alguien que me guste y, lo más importante, a quien pueda hacer feliz. Creo que ése es mi deseo, encontrar a alguien a quien pueda hacer sonreír, a quien pueda hacer feliz y confortar... Pero pienso un momento, y tal vez sea un imposible, muy agotador además de tonto.

Creo.... que debo aprender a desear.

Nos vemos.