Silencio cuestionado.

... Karl ...

El silencio, un fenómeno extraño al mundo actual. Silencio, confusión hostil. Silencio... ¿puedes soportarlo?

Si decides callar, la cuestión es simple: "¿estás enfermo o me estás molestando?" Nadie en su sano juicio desea callar a no ser que esté mal de la cabeza o desee agredir, el silencio no es reconocido como lo que es.

Yo callo por gusto.

Callo porque no siento la necesidad de hablar.

Porque el hablar no es necesario.

Callo porque me gusta el silencio.

Callo, porque así es más tranquilo.

Lo admito, no sé qué ha de ser el silencio, pero me agrada, he dejado de temerle y ya no necesito prender la TV cuando llego por la noche y la casa está dormida. Duermo en medio del silencio, el silencio es el descanso y romperlo figura pecado. Porque el silencio es sagrado, porque hay que saber romperlo para que no parezca siquiera que se le rasga. El silencio... no sólo para escuchar los pensamientos, sino para escucharlo a él, para escuchar nada, para escuchar ausencia, para notar las tonalidades silenciosas de todas esas voces opacadas.

Pensando, el silencio es necesidad del comunicado, sin silencio, sólo hay ruido, sólo con ruido, no puede haber un mensaje. Hablar para romper soledad y enlazar personas, para comunicar y pedir auxilio, si en el momento indicado no hay silencio, ¿quién escuchará, quién acudirá? Díganme qué pasará.

Entonces... antes de preguntar por qué no habla, pregúntate por qué hablas tú. Antes de gritar, piensa si es necesario o puedes evitarlo. Porque la vida está conformada de pequeños detalles, y los pequeños detalles se unen para formar nuestra vida casi sin que notemos. Detalles pequeños nos afectan y conforman, de notarlos, de apreciarlos, de tranquilizarlos, podría depende un buen cambio.

Nos vemos.