Desde el Estigia y a través del Leteo.

Soy Pepe y estoy aquí, ¿puedes verme? Sólo quiero mirar y hablar un poco, mirando a través del río terrible que es el Estigia, y pasando con cuidado por el Leteo, que en cualquier momento y descuido se comerá todos los recuerdos.

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Nombre: Pepe
Ubicación: Ninguna, Región este.

Érase yo, y me perdí, desde entonces vago. Me gusta platicar, me gusta admirar, me gusta contar, y si no hay nada más, vamos a gritar. Si la tranquilidad es adecuada, dormiré, mayor delicia no hay.

lunes

Errores.

A mi muy estimado Frank, ¿cómo te ha estado tratando la vida?

¿A mí?

Me siento optimista y tranquilo, alegre. Jé. La vida es muy extraña.

De entre mis obsesiones milenarias sería imposible no notar la fobia a los errores, una fobia la cual puede ser seguida hasta sus orígenes.

"Quien no conoce su historia está condenada a repetirla" me marcó, ¿cómo es que las personas no hacen caso del pasado, de la sabiduría ancestral y prefieren repetir los mismos errores? Así fue como comencé a proponerme hacer caso de lo que los demás dijeran, de aquello que escuchara y leyera. Sería el primer paso en mi autoimpuesta jornada hacia la sabiduría.

El siguiente eslabón de la cadena: "El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra". Las personas se equivocan, una y otra vez... pero no parecen aprender, no parecen pensar en lo que hacen, ¿no entienden? No lo sé, pero decidí que yo sí aprendería, que no me tropezaría más de dos veces en una misma piedra, que aprendería de mis errores.

Hasta ahí todo bien...

...luego exageré.

Aprender de mis errores, seguir los consejos de los mayores, pensar un poco más allá, todo eso me fue dando conocimiento, todo ello me fue ayudando. Pero los errores seguían, empecé a perder la paciencia, comencé a desesperarme, sentí que seguía igual, sentí que no aprendía pues seguía equivocándome.

No entendí que así era la vida y que sí había aprendido mucho. Llegó un punto en que cualquier error me horrorizaba. Perdí de vista que para aprender, hay que equivocarse, que uno aprende más de una equivocación que de un acierto.

Me obsesioné.

Y aún sigo sin poder hacérmelo entender: los errores siempre estarán ahí, a veces es imposible evitarlos, pero están ahí para ayudarnos.

Mientras sigo avanzando en la vida, he aprendido otras cosas... Una de ellas, que muchas veces no existen los errores, sólo son puntos de vista, decisiones por las cuales no hay que arrepentirse, no es un error, es la vida.

Los errores no son terribles, tienen solución, nos enseñan. Habríamos de estarles agradecidos. Agradecidos a esas entidades abstractas e inexistentes (pues el error es un concepto humano) que nos ayudan a llevar una mejor vida.

Nos vemos.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hazle entender eso a cierta personita que conozco bien, que no se perdona por errores que ya fueron xD

11:45  
Anonymous Anónimo said...

No pos si!

Recordaras que pa ser savió hay que vivr, los errores ortográficos son parte de eso.
La experiencia sólo se adquiere dandose en el dedo gordo del pie.

No importa son ensayos los errores.
Bien, bien!

23:31  

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